Grafos on Line (Instituto Grafos)

Nuestra escritura es una de las formas más importantes de comunicación para quienes hoy en día nos consideramos personas civilizadas; más que en las relaciones profesionales, la utilizamos sobre todo en las comunicaciones personales, así como en las que nos dirigimos a nosotros mismos: notas, listas, diarios, etc.

La escritura es el resultado de la acción conjunta del cerebro y la mano, la mente y el cuerpo; es la plasmación de pensamientos en el papel por medio de los músculos del brazo y de la mano, de unos movimientos físicos controlados en última instancia por el cerebro. Pero en este proceso no intervienen sólo estos dos elementos, cada vez que escribimos estamos influidos por sentimientos íntimos, emociones, estados de ánimo momentáneos; y en la escritura se refleja la preocupación, la depresión, el optimismo, la alegría, la ira y los pensamientos pasajeros. Más que de un texto “manuscrito” habría que hablar de un “texto escrito por el cerebro y las emociones”.

La escritura de una persona es tan única como sus huellas dactilares o sus rasgos faciales. Incluso los gemelos idénticos presentan ligeras diferencias. Un grafólogo experto es capaz de juzgar la personalidad del escritor, no solo de manera en que desea ser visto, su cara pública o persona, sino también el carácter intimo, él yo. Al escribir, hacemos un retrato de nosotros mismos, y el propósito de la Grafología es aprender a traducir dicho retrato a través de una descripción de la personalidad del autor de la escritura.

La escritura de una persona varía en función de la importancia de lo escrito. Una nota a la portera diferirá de una carta solicitando un trabajo El estado de ánimo también influye, ya que en una persona se modifica varias veces en un mismo día. Sin embargo, la estructura básica no cambia, así como tampoco la proporción del tamaño de las prolongaciones inferiores y superiores. Es importante asegurarse de que la carta que se va a analizar sea representativa de la escritura normal de la persona.

La escritura no puede revelar con precisión ni la edad ni el sexo de un sujeto, lo que sí puede hacer es indicar la influencia masculina o femenina presente en ambos sexos. Hay mujeres masculinas y hombres femeninos. Más que la edad cronológica real, revela la madurez. La grafología no puede predecir acontecimientos futuros. Algunas personas no iniciadas consideran esta disciplina como algo similar a la astrología o el arte de leer las hojas de té. Esto es falso. La grafología no puede más que apuntar hacia el potencial de una persona, un potencial que será necesario sacar a la luz una vez que sea consciente de él.

La grafología es ambas cosas a la vez. La ciencia se basa en el reconocimiento y valoración de los diversos factores de la escritura, que usted podrá aprender en los Seminarios y Especialidades del Instituto Grafos; el arte es necesario para reflejar con palabras los rasgos y cualidades de una personalidad en particular. Aquí son necesarias la intuición y experiencia, todo cuanto hayamos aprendido en el pasado de toda la clase de gente nos sirve y contribuye a desarrollar la sencibilidad grafologíca.

Junto con el estudio y la práctica del análisis de la escritura, se necesita al menos nociones básicas de psicología. Gracias a la combinación de ambas disciplinas se es capaz de realizar un retrato completo y objetivo de la personalidad en todas sus facetas. Éste es el fin último de la grafología.

Desde el principio, la grafología le será útil en su vida cotidiana. Por medio del análisis de la escritura de su familia y amigos obtendrá un conocimiento más profundo de ellos, y en consecuencia le será posible mejorar sus relaciones. Y lo mismo podrá hacer, por supuesto, con sus compañeros de trabajo.

Una vez que haya acumulado experiencia practicando el análisis con su propia escritura y la de las personas que le rodean, se sentirá por fin preparado para empezar a evaluar la escritura de gente desconocida. Quizá más tarde se sienta atraído por algunos de los campos más especializados de la grafología, como la grafoterapia o la grafoplástica, disciplinas en las que también el Instituto Grafos ofrece servicios.

Si bien la grafología, a partir de una simple muestra de escritura, no puede señalar hacia una carrera concreta, sí puede, en cambio, orientar a alguien en la dirección adecuada -o alejarlo de la equivocada- en función de su análisis de la personalidad, habilidades y preferencias

Un análisis grafológico de ambos cónyuges puede confirmar compatibilidades, señalar potenciales áreas problemáticas y ayudar a la pareja a comprender y aceptar los puntos débiles del otro.

Cada vez es más frecuente que las empresas utilicen el instrumento de la grafología para la selección de personal. Resulta especialmente útil en las etapas finales del proceso de selección. Las pequeñas empresas, en especial necesitan evitar fricciones y choques de personalidad entre la plantilla y, al mismo tiempo, conseguir la persona adecuada para el puesto adecuado. Algunos candidatos tienen más éxito en las entrevistas que en su trabajo, otros, en cambio, desaprovechan sus oportunidades por culpa del nerviosismo. Un análisis grafológico puede dar una descripción más completa.

Los peritos grafológicos son profesionales a quienes se pide que examinen documentos sospechosos de ser falsos. Se interesan más por las cuestiones técnicas, como la antigüedad del papel y la tinta, que por la personalidad del sujeto. No obstante, la grafología puede proporcionar claves útiles y es posible combinar ambas habilidades. Este trabajo exige una gran experiencia, así como aptitudes técnicas adicionales.

Existen otros usos de la Grafología que van desde aplicarlo a personas o grupos, para mejorar productividad o superación personal, hasta para mejorar estados de ánimo, cambiar hábitos o costumbres, mejorar el rendimiento académico.

El grafológo puede comunicar o no a una persona que esta analizando su letra, ya que existen muchas situaciones en las que se tiene contacto con escritos de la misma. Sin embargo, recomendamos que usted avise a la persona a quien este analizando, ya que si no obtiene el permiso, muchas personas podrían considerar esto como una intromisión en su vida privada.

En caso de sospechar que otra persona podría leer su trabajo, lo mejor sería utilizar un tipo de código en lugar del nombre del sujeto. Quizá ahora esto le suene un poco de película de espías, pero la grafología es una profesión y se ocupa de temas espinosos: el ser privado e intimo de una persona.

Usted debe asumir esta responsabilidad desde el principio y asegurarse de que la confianza que le depositada no se ve traicionada. Si, por la razón que sea, no se considera capaz de hacerlo, limítese al principio a su propia escritura.